La culpa es de Fidel

viernes, 18 de enero de 2008


Cuando una película te absorbe al punto de que te olvidas de dónde estás y qué está pasando, para entrar en contacto con quién eres, entonces sabes que vale la pena.
Eso me pasó con "La faute à Fidel" ("La culpa es de Fidel"). Me olvidé de los estudios, de que estoy en el gabacho, del inglés, de mis límites y preocupaciones. Y todo lo que veía era el mundo de la protagonista, Anna, porque casi era yo, México, España, el colegio de monjas, las niñas, el hermano que no se entera de nada. Pero sobre todo la mirada inquisidora, la voluntad férrea, la avidez de explicaciones hasta sus últimas consecuencias, el implacable juicio crítico, y esa enorme necesidad de ser el adulto cuando te das cuenta de que nadie en realidad va a darte una respuesta satisfactoria. Y fueron durante las dos horas del film mis seis, siete, ocho, nueve, diez años, con ese fastidio de lo simplista, del no pasa nada, de la gente que no se da cuenta que uno se da cuenta de todo. Después de los diez, me empecé a sumir en esa angustia de querer ser como los demás sin conseguirlo nunca; perdí la mirada de fuego. Pero esta Anna, la de la película, ¡me recuerda tanto esa otra, llena de preguntas, demandante de coherencia, por demás enojada con el mundo, que no se ajusta a lo que ella quiere!

La felicidad de a poquitos

sábado, 12 de enero de 2008

Ayer pasaron un programa de televisión de la serie 2020 cuyo tema era la felicidad. Como tenía que salir, sólo vi los primeros diez minutos. El objetivo de esta particular emisión es indagar qué hace felices a los seres humanos: quiénes, en qué situación, en que país, se sienten más felices y porqué. Según encuestas masivas en E.E.U.U., las tres fuentes de felicidad más comunes son la socialización, el sexo y la televisión. La paternidad resultó ocupar el mismo lugar en el ranking que las labores del hogar. En cuanto a la vida laboral, se llegó a la conclusión de que no importa tanto el tipo de actividad como los compañeros de trabajo. En suma, nada parece ocasionar mayor bienestar a las personas que una relación satisfactoria con los demás: amigos, pareja, familia, colegas.
Pese a que el tema me resultara interesante y hubiera querido ver el programa completo, hube de partir porque iba a encontrarme con una amiga. Afortunadamente, me sirvió como un experimento práctico. Así pues, ¿qué me hizo feliz en un viernes por la noche?
: Una hora y media de conversación con una amiga con la que me siento cómoda - conversación por cierto que le resultaría bastante snob y autoindulgente a otra persona que no fuera nosotras dos -, un poco de vino italiano en un ambiente estéticamente agradable, y para rematar, un panquecito de chocolate con una cantidad generosa de glaseado rosa y helado. Y le aseguro que la felicidad no fue poca.

Los desplazados

martes, 8 de enero de 2008


Hoy encendí la televisión y alcancé la última parte del film animado A Room Nearby, de Paul y Sandra Fierlinger. Me va a perdonar que no le dé más detalles, pero es que sólo vi unos 7 minutos y no encontré grandes cosas al respecto cuando busqué información en la Web. El film trata sobre la soledad. De las dos (de cinco) historias que vi, saqué que la soledad no es una cuestión físican ni cuantitativa - no se trata de estar rodeado de más o menos gente - , sino un estado de defamiliarización en el que algo le falta a uno. Un estado en el que uno se da cuenta que algo se perdió, se rompió, y no se recupera más.
En medio de las dos historias, hay un comentario sobre los desplazados; aquellos que emigraron y vivieron para ver tantos cambios en su país de origen o en ellos mismos que ya no son de aquí ni son de allá. La patria que dejaron no es la que es ahora; aunque vuelvan, ha cambiado hasta volverse irreconocible y extraña, y el país que los acoge nunca será suyo. Viven en una especie de alienación donde la nostalgia se convierte en hábito y la conciencia de la separación engendra una soledad subyacente, continua, música de fondo para un espíritu desterritorializado. Miembro activo de la "fuga de cerebros" de mi amado y latino país, ¡me da tanto miedo convertirme en uno de ellos!