Sábados de futbol y ballet

jueves, 8 de abril de 2010

Estaba leyendo las tareas de mis alumnos en las que les pedí que escribieran qué memorias les evocaba cierta música. Regularmente leo sin mirar los nombres.
Una de las respuestas decía que la música le hacía pensar en su infancia, en lo divertido que eran los sábados de futbol y ballet. Me quedé pensando en la curiosa combinación de ambas actividades y cómo se habían conjuntado en su memoria. Después de considerarlo un momento, adiviné que se trataba de un estudiante varón que recordaba cómo él iba al futbol y su hermana o hermanas al ballet - así de prejuicioso me sale el subconsciente a veces.
Miré después el nombre, y por supuesto, era una alumna. Qué tonta yo. Si bien no era muy probable que un niño jugara futbol soccer y practicara ballet, esto es bien plausible para una niña.
De ahí me quedé pensando cuán unidireccionales han sido los "cruces" al "otro lado" en la supuesta igualdad de género, al menos en Latinoamérica. Cada vez más mujeres hacen actividades que antes eran "de hombres": salir a trabajar, cargar cosas, proveer para el hogar, jugar futbol. Sin embargo, pocos, muy pocos hombres se han integrado a las actividades "de mujeres": despertarse a media noche a darle de comer al bebé (sí señores, la leche materna se puede poner en un biberón también), ser maestro de preescolar o trabajar en una guardería, cocinar pasteles, bailar ballet, coser o tejer.
Parece que hay más oportunidades y demandas para que las mujeres sean masculinas, que para que los hombres sean femeninos.
En mis indagaciones sobre el tema leí una noticia sobre un niño de diez años en Inglaterra, cuyos compañeros de escuela le golpearon las piernas hasta lesionárselas, todo en plan de burla o broma porque el niño baila ballet. Lo más triste es que ya puedo oír a tantos padres y tantas madres que conozco diciendo: por eso yo no dejo a mi niño hacer esas cosas, para que no le hagan burla. Qué tolerantes somos a veces con la intolerancia. ¡Yo creo que estos niños bailarines se ven muy bien!


Very Young Girls

viernes, 19 de marzo de 2010

¿Sabía usted que la edad promedio en que una prostituta se inicia en este negocio en E.E.U.U. es de 13 años?
Tre-ce a-ños. La edad promedio. La mayoría de ellas no pasan del octavo grado de educación básica.
Esto lo aprendí en el documental Very Young Girls. Esta cinta fue filmada a partir de las experiencias de las chicas del albergue Gems en Nueva York. Su fundadora Rachel Lloyd, se dio cuenta de que hay muy pocas ayudas especialmente dirigidas a prostitutas adolescentes, por lo que decidió iniciar esta asociación.
En este mundo hay muchas cosas indignantes, pero esta me parece una de las peores. Lo peor del caso es que el proxeneta orienta todos sus esfuerzos a crear en la muchachita una dependencia psicológica que posiblemente nada pueda romper. Ni la violencia, ni los ayunos forzados, ni la seclusión y el aislamiento logran que esta chica deje de amar a su explotador. Él sabe que ella no tiene ningún vínculo afectivo ni de pertenencia. Esta es el punto clave que permite a los proxenetas introducir a las niñas en la prostitución.
Pensándolo bien, no sé si lo peor es el proxeneta o la inmensa cantidad de hombres que olímpicamente ignoran la cadena de injusticias y abusos que supone el simple hecho de que una prostituta esté parada en la calle, y pagan por sus servicios. Para ellos "es normal", son "cosas de hombres". En este caso, que me perdonen, pero el que jala la pata peca más que el que mata a la vaca.

* Dé click en el título de la entrada para ver el trailer.

El turista suicida

Recién vi en Frontline, una serie televisiva del PBS (Public Broadcasting Service), un reportaje sobre la eutanasia que se llama El turista suicida. Este programa se puede ver completo en línea - así es, señoras y señores, lo mejorcito de la televisión es gratis (disculpen los lectores de otros países, no sé si la página funciona fuera de E.E.U.U.).
El reportaje presenta el tema de la eutanasia desde el seguimiento de un caso particular. Son pocos los países donde la eutanasia es legal, y Suiza es el único que la permite para no residentes. Es por ello que varias personas que quieren practicar la eutanasia de manera legal viajan a Suiza, y de ahí el título del programa.
El director y escritor de El turista suicida no pretende transmitir una opinión moral sobre el asunto. Simplemente presenta la experiencia de un hombre con una fuerte enfermedad degenerativa que decide practicar la eutanasia.
Si es que usted puede acceder al sitio web, le recomiendo que vea este reportaje. Cuando termine, no olvide dar click en uno de los recuadros de la página principal que dice "La historia de los Cumbias". Es un colofón sumamente importante al coumental.

Good Hair

sábado, 27 de febrero de 2010

Ayer vi un documental que se llama Good Hair. Es un documental-comedia que trata sobre los tratamientos que las mujeres negras se hacen en el pelo para tener "buen pelo" o "buen cabello". El conductor del documental es el actor cómico Chris Rock.
Chris Rock hace un buen trabajo. El documental cuestiona ciertas cosas sin ser moralista o tratar de dar una lección, así que no se espere un análisis cultural deconstructivo. Hay una parte que se refiere a un concurso de estilistas en Atlanta que no viene al caso, no es interesante y el documental estaría mejor sin ella. Y hay otra sección donde Rock entrevista hombres de color acerca de cómo afecta el pelo y los tratamientos capilares de una mujer negra en la pareja y el sexo, que también es muy mala y francamente sexista.
No obstante, es un documental interesante. Los artistas que Rock entrevista en el documental son muy simpáticos y tienen gran personalidad, lo cual es un punto a favor. Usted no se imagina la pesadilla que es para una mujer negra tener un pelo que se considere aceptable. Una tortura sin fin de químicos, visitas al salón de belleza y muuuucho dinero invertido en extensiones y pelucas. La otra cosa que siempre me ha parecido un tanto infame es que la gran mayoría del pelo para las extensiones viene de la India. ¿Cómo voy a pagar yo para ponerme, por lujo, una mata de pelo que le perteneció a otra mujer? Good Hair explica un poco del negocio de exportación de cabello humano.
El veredicto: vea la película si no quiere ponerse exigente. Si lo que busca es rigor metodológico, es probable que no le satisfaga. Puede ver el trailer de la película aquí.

Energía desbloqueada - Tai Chi II

miércoles, 24 de febrero de 2010

Finalmente y después de buscar obsesivamente en la web, compré mi video de Tai Chi. Debo decir que es un VHS porque no tengo un reproductor de DVD, pero en cambio poseo una televisión-reliquia de 26 pulgadas que incluye videocasetera - tengo un fetiche por las televisiones con videoreproductor integrado, pero ese es otro tema.
Así que puse el video en mi super tv-video y me dispuse a seguir la rutina de Tai Chi que un instructor y un grupo de discípulos, todos con el mismo uniforme noventero (de principios de los noventa, eh) demuestran en el video. Me fue muy bien según yo, aunque sólo Dios sabe si hice los movimientos como deben ser. No me cansé mucho y me sentí muy relajada.
Después me puse a trabajar y empecé a sentir escalofríos uno tras otro. Le subí a la calefacción y me puse más ropa, ¡y nada! Me asusté un poco pensando que me iba a dar fiebre, y luego decidí investigar si hacer ejercicio (¿el Tai Chi noventero cuenta?) puede causar escalofríos.
Resulta que sí. El ejercicio desbloquea la energía que traemos bloqueada y hace que circule más sangre a los órganos. La gente flaca inactiva (osea yo) cuyos órganos no están acostumbrados a recibir tanta sangre, suele sentir escalofríos después de ejercitarse ¡y eso es señal de que se ha desbloqueado la energía! Qué miedo sentirlo de forma tan evidente.
Osea que o el Tai Chi sí es ejercicio o yo estoy muy flaca e inactiva. O las dos cosas. En cualquier caso, me alegra haber desbloqueado la energía de mi cuerpo.
*Debo mencionar que no compré el video de "Nude Tai Chi." Quizá para la próxima.

Objeto inexplicable - Tai Chi I

viernes, 19 de febrero de 2010

Ok, la idea del "objeto inexplicable" la tomé prestada de Bill Young en Thoughtviper. Espero no se moleste conmigo.
Estaba ayer buscando un video para hacer Tai Chi, y mire lo que me encuentro en ebay:


¿Cómo se explica esto? ¿"Tai Chi al desnudo"? En un principio me pareció medio kinky la idea de hacer Tai Chi al desnudo, pero luego al ver a la "instructora" caí en la cuenta de que probablemente la única que hace Tai Chi es ella, mientras que muchos de sus "discípulos" se dedicarán a hacer otras cositas mientras ven el video.

Tarde-noche

lunes, 15 de febrero de 2010

Camino.
La brisa es el agua y me sumerjo.
Leve, muy leve, me transforma la cara.
Soy una diosa.

American Girl

viernes, 12 de febrero de 2010

Hace un tiempo publiqué una entrada sobre Baby Alive, aka la Comiditas, y sus nuevas modalidades étnicas. Si bien este asunto llamó mi atención, recientemente visité una tienda de muñecas que se llama American Girl y quedé perpleja. La que yo visité está en Chicago, aunque parece que hay algunas más en otras ciudades importantes de los E.E.U.U.
Esta tienda vende muñecas al estilo Nancy o Juanita Pérez (qué tiempos aquellos) que se supone representan a la niña estadounidense. Así, tienen un set de ocho "muñecas históricas" que los dueños de la marca consideran icónicas de las diferentes etapas de la historia de E.E.U.U. Otra opción escomprar una muñeca al gusto, y para ello hay una gama de colores de pelo, ojos, y piel, con pecas, sin pecas, rizada o de pelo liso.
¡Qué bonito a primera vista! El problema que encuentro con este tipo de productos es que terminan siendo más prescriptivos que descriptivos. Es decir, más que describir la variedad de niñas en E.E.U.U., marcan modelos de cómo deberían ser esas niñas, y cómo debemos percibirlas.
Para muestra un botón. Estaba yo viendo el escaparate de una de las "muñecas históricas" que lleva el nombre de Josefina Montoya. Es esta supuestamente una niña hispana de Nuevo México en los 1820s - ojo, que el modelo de niña hispana es de hace muuuuucho tiempo, de los "originales" pobladores del sureste de E.E.U.U./noreste de México, no la niña de un mojado cualquiera. En fin, sucedió que había junto a mí una niña india (de la India) con su madre. Estaban también el padre y un bebé, y todos iban a comprar la muñeca de la niña. La niña tendría unos cinco años y quería comprar a Josefina Montoya, con su piel morena clara, ojos y pelo oscuro. La mamá quería que comprara otra con el pelo claro y ojos verdes vestida de pionera. La niña tenía, como Josefina, piel morena clara, pelo oscuro y unos ojotes negros. Obviamente, la niña quería la muñeca que se parecía más a ella. La mamá quería la muñeca blanca. La niña dijo que quería esa, la muñeca india, pero la mamá le dijo: esa muñeca no es india. No hay muñecas indias. Entonces la niña recurrió a la estrategia emocional: pero esa es la que yo realmente quiero. Me aparté de la escena porque era triste.
Al rato veo pasar a la madre con la niña y una caja. ¿Qué muñeca compraron? La blanca vestida de pionera.
¿Por qué hacemos esas cosas? ¿Por qué esa mamá está forzando a su hija a pensar que la muñeca blanca es más bonita? Encima de todo, le mete la idea de que aunque la muñeca Josefina se parece a ella, en realidad no, porque no es india, sino mexicana. La niña ve una muñeca morena, como ella, y se emociona, pero la madre le dice que no, que ni es india ni su vestido está bonito, y ya que van a gastar dinero, es mejor que compren una muñeca más bonita. Dios mío, qué espantoso... y como ese vi varios ejemplos. Esa tienda tiene algo de maléfico.

Guardacebollas

lunes, 18 de enero de 2010

Si usted odia que cuando usa media cebolla le quede la otra media rondando por ahí, se seque, marchite, e impregne todo con su olor, necesita uno de estos:


No es nada más que una cajita. Se pone la cebolla dentro y se mete al refrigerador. La razón por la que lo anuncio aquí es que me fui de vacaciones tres semanas. Vacié el refrigerador de todo lo que fuera perecedero, pero se me olvidó la cebolla dentro de la cajita. Cuando volví, ¡oh sorpresa! No sólo estaba la cebolla intacta, sino que servía y me la pude comer. Creo que hay otros modelos, pero del que doy fe es de este.