Lágrimas vanas

viernes, 31 de julio de 2009

Lloro por mi país quebrado por la injusticia y la corrupción.
Me quedo estupefacta ante la impunidad y la indolencia,
y pasmada frente al absurdo de la sed de poder.
En un país donde lo más codiciado
es un resabio de poder y privilegio,
hay poco lugar para mí.
Si yo pudiera, quemaría las casas de nuestros gobernantes
con sus recuerdos dentro,
para que vean lo que se siente.
No les creo nada.
¡No les creas nada!

1 comentarios:

Mónica Robledo dijo...

Vanas! No se ni por donde podríamos comenzar.